2 Samuel 18 - La Biblia Versión Internacional (1984)

Libro de 2 Samuel
Capitulos:

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1 - David pasó revista a sus tropas y nombró jefes sobre grupos de mil y de cien soldados.

2 - Los dividió en tres unidades y los envió a la batalla. La primera unidad estaba bajo el mando de Joab, la segunda bajo el mando de Abisay, hijo de Sarvia y hermano de Joab, y la tercera bajo el mando de Itay el guitita. par Yo los voy a acompañar dijo el rey.

3 - Pero los soldados respondieron: par No, Su Majestad no debe acompañarnos. Si tenemos que huir, el enemigo no se va a ocupar de nosotros. Y aun si la mitad de nosotros muere, a ellos no les va a importar. ¡Pero Su Majestad vale por diez mil de nosotros!{cf5super [1]} Así que es mejor que se quede y nos apoye desde la ciudad.

4 - Bien dijo el rey, haré lo que les parezca más conveniente. par Dicho esto, se puso a un lado de la *entrada de la ciudad, mientras todos los soldados marchaban en grupos de cien y de mil.

5 - Además, el rey dio esta orden a Joab, Abisay e Itay: par No me traten duro al joven Absalón. par Y todas las tropas oyeron las instrucciones que el rey le dio a cada uno de sus generales acerca de Absalón.

6 - El ejército marchó al campo para pelear contra Israel, y la batalla se libró en el bosque de Efraín.

7 - La lucha fue intensa aquel día: hubo veinte mil bajas. Sin embargo, los soldados de David derrotaron allí al ejército de Israel.

8 - La batalla se extendió por toda el área, de modo que el bosque causó más muertes que la espada misma.

9 - Absalón, que huía montado en una mula, se encontró con los soldados de David. La mula se metió por debajo de una gran encina, y a Absalón se le trabó la cabeza entre las ramas. Como la mula siguió de largo, Absalón quedó colgado en el aire.

10 - Un soldado que vio lo sucedido le dijo a Joab: par Acabo de ver a Absalón colgado de una encina.

11 - ¡Cómo! exclamó Joab. ¿Lo viste y no lo mataste ahí mismo? Te habría dado diez monedas de plata{cf5super [2]} y un cinturón.

12 - Pero el hombre respondió: par Aun si recibiera mil monedas, yo no alzaría la mano contra el hijo del rey. Todos oímos cuando el rey les ordenó a usted, a Abisay y a Itay que no le hicieran daño al joven Absalón.

13 - Si yo me hubiera arriesgado,{cf5super [3]} me habrían descubierto, pues nada se le escapa al rey; y usted, por su parte, me habría abandonado.

14 - No voy a malgastar mi tiempo contigo replicó Joab. par Acto seguido, agarró tres lanzas y fue y se las clavó en el pecho a Absalón, que todavía estaba vivo en medio de la encina.

15 - Luego, diez de los escuderos de Joab rodearon a Absalón y lo remataron.

16 - Entonces Joab mandó tocar la trompeta para detener a las tropas, y dejaron de perseguir a los israelitas.

17 - Después tomaron el cuerpo de Absalón, lo tiraron en un hoyo grande que había en el bosque, y sobre su cadáver amontonaron muchísimas piedras. Mientras tanto, todos los israelitas huyeron a sus hogares.

18 - En vida, Absalón se había erigido una *estela en el valle del Rey, pues pensaba: "No tengo ningún hijo que conserve mi memoria." Así que a esa estela le puso su propio *nombre, y por eso hasta la fecha se conoce como la Estela de Absalón.

19 - Ajimaz hijo de Sadoc le propuso a Joab: par Déjame ir corriendo para avisarle al rey que el Señor lo ha librado del poder de sus enemigos.

20 - No le llevarás esta noticia hoy le respondió Joab. Podrás hacerlo en otra ocasión, pero no hoy, pues ha muerto el hijo del rey.

21 - Entonces Joab se dirigió a un soldado *cusita y le ordenó: par Ve tú y dile al rey lo que has visto. par El cusita se inclinó ante Joab y salió corriendo.

22 - Pero Ajimaz hijo de Sadoc insistió: par Pase lo que pase, déjame correr con el cusita. par Pero muchacho respondió Joab, ¿para qué quieres ir? ¡Ni pienses que te van a dar una recompensa por la noticia!

23 - Pase lo que pase, quiero ir. par Anda, pues. par Ajimaz salió corriendo por la llanura y se adelantó al cusita.

24 - Mientras tanto, David se hallaba sentado en el pasadizo que está entre las dos *puertas de la ciudad. El centinela, que había subido al muro de la puerta, alzó la vista y vio a un hombre que corría solo.

25 - Cuando el centinela se lo anunció al rey, éste comentó: par Si viene solo, debe de traer buenas noticias. par Pero mientras el hombre seguía corriendo y se acercaba,

26 - el centinela se dio cuenta de que otro hombre corría detrás de él, así que le anunció al guarda de la puerta: par ¡Por ahí viene otro hombre corriendo solo! par Ése también debe de traer buenas noticias dijo el rey.

27 - El centinela añadió: par Me parece que el primero corre como Ajimaz hijo de Sadoc. par Es un buen hombre comentó el rey; seguro que trae buenas noticias.

28 - Ajimaz llegó y saludó al rey postrándose rostro en tierra, y le dijo: par ¡Bendito sea el Señor, Dios de Su Majestad, pues nos ha entregado a los que se habían rebelado en contra suya!

29 - ¿Y está bien el joven Absalón? preguntó el rey. par Ajimaz respondió: par En el momento en que tu siervo Joab me enviaba, vi que se armó un gran alboroto, pero no pude saber lo que pasaba.

30 - Pasa y quédate ahí le dijo el rey. par Ajimaz se hizo a un lado.

31 - Entonces llegó el cusita y anunció: par Le traigo buenas noticias a Su Majestad. El Señor lo ha librado hoy de todos los que se habían rebelado en contra suya.

32 - ¿Y está bien el joven Absalón? preguntó el rey. par El cusita contestó: par ¡Que sufran como ese joven los enemigos de Su Majestad, y todos los que intentan hacerle mal!

33 - Al oír esto, el rey se estremeció; y mientras subía al cuarto que está encima de la puerta, lloraba y decía: "¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, Absalón, hijo mío, hijo mío!"